Título: El señor presidente
Páginas: 432
Publicado originalmente en la editorial Losada
*Puede contener spoilers de la historia al tratarse de una reseña académica
“Iguales en el espejo de la muerte,
como desiguales en la lucha que reanudarían al salir el sol; unos obligados a
trabajar para ganarse el pan”. La obra El
señor presidente de Miguel Ángel Asturias parece un reflejo de lo que trató
un siglo antes Víctor Hugo en una de sus obras más conocidas: Los miserables. Las injusticias que
sufren los pueblos ante el poder tiránico ejercido de forma cruel y vil donde
el pobre siempre sale perdiendo. Una cita del autor francés nos hace ver las
similitudes tan palpables entre las dos novelas: “El ser humano sometido a la
necesidad extrema es conducido hasta el límite de sus recursos, y al infortunio
para todos los que transitan por este camino. Trabajo y salario, comida y
cobijo, coraje y voluntad, para ellos todo está perdido”. En la obra de Miguel
Ángel Asturias encontramos un pasaje muy parecido que dice así: “Estamos
condenados a soportarlo hasta que Dios quiera. Los ciudadanos que anhelaban el
bien de la patria están lejos; unos piden limosna en casa ajena, otros pudren
tierra en fosa común”.
La represión del que no tiene voz es el eje
vertebrador de la obra junto al crimen cometido por el Pelele que le será
asignado de forma injusta a Eusebio Canales por parte del presidente. No
llegamos a conocer realmente por qué el presidente acusa a este hombre de un
delito que no ha cometido, aunque podemos intuir que ha sido por beneficio
propio. Aunque lo acusa, también manda a su mano derecha a que lo ayude a escapar
como si hubiera hecho un acto heroico, aunque de forma encubierta, puesto que
algunos saben que fue el Pelele quién cometió realmente el asesinato. Por lo
tanto, encontramos aquí el tema de la injustica social y como el pueblo va perdiendo
todos sus derechos ante la figura dictatorial. También la degradación de
algunos de los personajes como la mujer de Rodas que es arrestada como cómplice
de la huida de Canales y es vendida a un prostíbulo, lugar que representa la
humillación social. Son los abusos de poder los que han conducido a los
personajes a esta situación tan marginal. Otro de los ejemplos que nos propone
el autor es el del sacerdote que se encuentra en la cárcel por haberse
equivocado en la eliminación de un cartel en la puerta de la iglesia. Por
accidente quitó un papel de la madre del señor presidente.
La obra tiene muchos rasgos del
realismo mágico. El más palpable es que el presidente se encuentra a lo largo
de toda la obra en situaciones en las que físicamente no está. Se percibe
durante toda la obra. Es como una sombra que vigila las acciones de los
ciudadanos del pueblo. Esta es otra forma de crítica del autor hacia los
regímenes autototalitarios. Estos rasgos del realismo mágico potencian en la
narración el canto hacia la libertad de una nación.
De algún modo, nunca llegamos a conocer
de forma completa al presidente. Podríamos decir que en la obra encontramos
multitud de perspectivas sobre este personaje. Lo podemos apreciar a él mismo
en varios momentos de la obra, pero también a través de la opinión que tiene el
pueblo de él y su círculo cercano. La visión general del pueblo es negativa, ya
que se le está sometiendo a unas condiciones carentes de vida. Su círculo
cercano tiene una visión mucho más positiva de su persona, no obstante, su mano
derecha es encarcelada en el tramo final de la novela por el matrimonio que ha
contraído con la hija del que él ha inculpado como asesino del militar leal a
su persona. Por lo que la visión que tenemos de él es fragmentaria. No lo
llegamos a conocer realmente porque no parece ser una persona humana, sino
simplemente un tirano sin sentimientos. El perspectivismo es latente en un
momento de la novela que tiene como título el parte al señor presidente.
Se produce por lo tanto en la novela un
enfrentamiento evidente entre las fuerzas del bien que sería el pueblo y las
fuerzas del mal que son encarnadas en la figura del señor presidente. Inaugura
esta figura el género conocido como el de la novela del dictador. Un subgénero
literario dentro de la literatura hispanoamericana en el que los autores
analizan la situación vivida por el pueblo durante la represión de una
dictadura. La gran base de este subgénero literario es esta obra que ha sido
aclamada y utilizada como inspiración por otras.
No nos podemos olvidar del estilo en el
que está escrita la obra. Miguel Ángel Asturias juega con el lenguaje de una
forma única. También el vocabulario que emplea que en muchas ocasiones resulta
de difícil compresión para el lector. El estilo rompe con lo tradicional y crea
algo totalmente nuevo y llamativo. Es surrealista en muchos sentidos, e
introduce al lector en nuevo tipo de literatura. Esta ruptura del lenguaje será
la que caracterice la posterior producción de literatura hispanoamericana.
“¡Alumbra, alumbra, lumbre de alumbre...,
alumbre..., alumbra..., alumbra, lumbre de alumbre..., alumbre..., alumbra...,
alumbra, lumbre de alumbre..., alumbra, alumbre...!”.
¡Hola! Acabo de descubrir tu blog y, como me está encantando, ya tienes una nueva seguidora :D No conocía este libro y la verdad es que lo descarto porque no es el tipo de lectura que suelo leer y/o suele gustarme, pero muchas gracias por darlo a conocer. Te espero en mi blog :) ¡Un beso!
ResponderEliminarSara Bellamy | hullosara
que pro .
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